El término Private Branch Exchange (PBX) es otro nombre para el sistema telefónico o centralita. Se refiere a un dispositivo que conecta un determinado número de terminales de comunicación, tales como teléfonos o máquinas de fax, entre ellos y a la red telefónica pública. Para la conexión a la red telefónica se pueden utilizar una o varias líneas paralelas.
El PBX conecta dispositivos entre sí y les permite realizar llamadas internas sin utilizar la red telefónica pública. Estas llamadas internas son gratuitas. Para poder contactar con interlocutores en otros lugares, el sistema telefónico asigna a cada terminal una de las conexiones a la red pública existentes. Esto supone una ventaja, ya que implica que no todos los teléfonos necesitan su propia conexión a la red pública. Por lo tanto, las líneas existentes pueden utilizarse de manera muy eficiente. El número máximo de llamadas externas que se pueden realizar en paralelo depende del número de líneas.
Desde el exterior, las extensiones del sistema telefónico son accesibles bien añadiendo al número de teléfono el número de la extensión o a través de una centralita general. En los centros de llamadas se suelen utilizar sistemas telefónicos con la función de cola de espera. Esta función mantiene a la persona que llama en una cola de espera hasta que un agente del centro de llamadas esté disponible y, en ese momento, procede a conectar la llamada.
Muchos sistemas telefónicos son capaces de registrar datos y estadísticas completos que permiten llevar a cabo un análisis preciso del volumen telefónico de una empresa. La gestión de derechos de un sistema telefónico permite asignar permisos específicos a determinadas extensiones. Por ejemplo, puede establecerse que solo algunas extensiones específicas puedan realizar costosas llamadas al extranjero.
Los sistemas telefónicos han evolucionado desde los dispositivos mecánicos que operaban en los inicios de la telefonía hasta los dispositivos digitales de alta complejidad de hoy en día. En el contexto de la telefonía de voz sobre IP, el PBX se ha desarrollado hasta convertirse en una solución de software que se puede alojar de forma local en un servidor o en un centro de datos en la nube. Los sistemas telefónicos basados en la nube ofrecen la máxima flexibilidad, se pueden usar con total libertad y no requieren instalar hardware en la red de la empresa.