Para entender el sistema y su configuración es esencial que se entienda que la extensión es la base del sistema telefónico. Un número de teléfono está asignado a una extensión, no a una persona o dispositivo. Por su parte, esta extensión puede asignarse a un destino. Posibles destinos son:
- Teléfonos de sobremesa (o también dispositivos de fax analógicos)
- Un eFax
- Servicios (por ej., colas de espera)
Una extensión siempre es el número interno, es decir, este número se utiliza para alcanzar partes y también servicios dentro de la compañía sin marcar el prefijo de línea principal («0» inicial). Este número interno siempre es completamente independiente del número de marcación directa que se marca desde el exterior. Es decir, las extensiones no pueden ser válidas desde el exterior o, en teoría, con una secuencia de números diferente. En el caso de teléfonos, suele ser típico que el número de teléfono interno (extensión) se corresponda con el número de teléfono externo (número de marcación directa).
Transferencia rápida
Los ajustes personales del usuario están asignados a la extensión correspondiente (no al teléfono). Esto permite que se puedan «transferir» las propiedades de una extensión a otro teléfono sin tener que reprogramar los ajustes. En consecuencia, la extensión es virtualmente el «alma» de un teléfono.
Esta función también se conoce como «hot-desking». Por ejemplo, puede trabajar desde varias ubicaciones y utilizar siempre la misma extensión.
Ejemplo:
De lunes a miércoles trabaja desde la ubicación A, y de jueves a viernes, desde la ubicación B. Puede utilizar fácilmente la misma extensión seleccionando el dispositivo correspondiente en el portal de servicio al configurar su extensión.