La función de conferencia permite interconectar a más de dos interlocutores en una sala de conferencias virtual para que estos mantengan una conversación telefónica en común. En principio, el número de participantes es ilimitado y depende de la solución técnica de los respectivos proveedores. Es posible realizar conferencias telefónicas con incluso varios cientos de participantes. Para asegurarse de que solo las personas autorizadas puedan participar en la conferencia, es común, por ejemplo, proteger el acceso a través de un PIN. Con el proceso de digitalización de la telefonía y la consiguiente mejora de las posibilidades técnicas, la función de conferencia está ganando cada vez más importancia y popularidad. En el ámbito profesional, gracias a las teleconferencias se pueden ahorrar tiempo y gastos en viajes, ya que el número de reuniones presenciales necesarias puede reducirse al mínimo. A menudo se utiliza el término Conference Call como sinónimo de teleconferencia.
La función de conferencia tiene implementadas diferentes características de servicio dependiendo de la realización técnica. Se puede silenciar a interlocutores individuales, asignar funciones de moderador a determinados participantes o grabar avisos. Algunos sistemas permiten incluso desarrollar conferencias paralelas. La conexión de participantes adicionales puede llevarse a cabo mediante las funciones Add-on, en la que los participantes de la conferencia reciben la llamada, o Dial-in, que permite a los participantes marcar por sí mismos.
La función de conferencia es compatible con varios modelos de costes. Por lo tanto, los costes de la conferencia se pueden distribuir entre los participantes en su totalidad, ser asumidos por el organizador o repartirse entre los participantes y el organizador.
Por lo general, una conferencia telefónica se puede transformar fácilmente en una conferencia web gracias a la telefonía de Voz sobre IP y el uso de modernas redes de datos IP. Además de la comunicación por voz, una conferencia web permite a los participantes compartir el contenido de sus pantallas y otras aplicaciones. En consecuencia, esto permite llevar a cabo presentaciones o trabajar en documentos de forma conjunta. En caso de que la imagen de vídeo de los participantes sea visible para todos, con el equipo técnico adecuado, una teleconferencia puede evolucionar en una videoconferencia.